Recientemente PuzCPC nos sorprendió con su primera obra, una adaptación fiel del mítico Scramble de Konami de 1981. Programado directamente en ensamblador nos encontramos con un juego prácticamente calcado del original.

Nada más cargar el juego se nos presenta un interfaz similar al de M.A.M.E. para dar una mayor sensación de que estamos ante la recreativa. Scramble ha pasado a la historia sobre todo por ser considerado el primer shot’em up horizontal multinivel en incorporar un desplazamiento de pantalla horizontal forzado; es decir, un desplazamiento automático, no lo controlamos nosotros.

Hola somos tus enemigos. Pasa va!

Naves y marcianitos.

A bordo de nuestra nave «Jet», nuestra misión será destruir la base enemiga. Para ello tendremos que pasar primero por 5 fases para vernos finalmente con el ‘jefe final’. Si conseguimos derrotarle, se repetirá el ciclo sólo con mayor dificultad.

Desde el primer momento nos encontraremos de lleno en una zona hostil.

Disponemos de dos tipos de disparos para eliminar a los enemigos: uno recto de fácil manejo y otro para objetivos terrestres que nos será algo más complicado dominar al principio. Además de tener que evitar contacto contra todo enemigo y terreno, veremos que nuestra barra de combustible (FUEL) se irá reduciendo poco a poco conforme vamos jugando.

Para rellenarla hay que destruir los depósitos que aparecen sobre el suelo esporádicamente. Ésta es la razón primordial para saber manejar el disparo terrestre cuanto antes, y así calcular mentalmente su trayectoria parabólica para que impacte sobre los objetivos con un alto porcentaje de éxito.

Toma Combo!

Dejar pasar un par de depósitos de fuel intactos puede hacer que nos empecemos a meter en problemas y haga sonar la alarma de estar bajos en combustible, que desde luego no ayuda para mantener la calma. Si nos quedamos ‘secos’ perderemos una de nuestras escasas vidas.

El juego sólo regala una temprana vida extra a los 10 000 puntos, pero luego estaremos ya dejados a las que hayamos conservado para seguir nuestro combate. A cada muerte comenzaremos nuestra siguiente vida al principio de la fase en la que estemos.

Cinco fases distintas.

La primera fase es bastante sencilla, nos introduce la mecánica del juego enseñando de la colisión contra todo elemento en pantalla así como la necesidad de ir rellenando nuestro depósito.

En la segunda ya aparece un enemigo más molesto, pues con su trayectoria ondulante escapa entre los huecos de nuestro disparos; para los más esquivos es mejor rodearlos que acabar en la parte atrás de la pantalla con poco espacio de maniobra cuando ya estén encima.

Para la tercera fase conviene llegar con bastante combustible, pues habrá que estar más pendiente de los meteoritos que se abalanzan sobre nosotros que de los escasos depósitos de fuel que irán apareciendo; podemos usar la parte más alta de las montañas como escudo.

La cuarta fase es la más complicada, sobre todo por esos misiles que están en la parte superior y no dan apenas tiempo de reacción para evitarlos, si logramos pasar esos puntos críticos tendremos fácil el paso a la última fase.

Laberinto puñetero Ahead!!!

El laberinto. Ahí habrá que demostrar lo hábil que somos con la palanca al manejar nuestra nave con precisión quirúrgica, tras abastecernos con todo el combustible necesario habrá que ir jugando con ir avanzando y retrocediendo nuestra nave mientras ganamos o perdemos altura para ir entrando por los huecos.

La fase final nos depara otro desafío, habrá que bajar rápidamente hasta el enemigo final a un estrecho hueco para lanzarle un disparo mortal y rápidamente levantar el morro de nuestra nave para no acabar impactados en el edificio posterior; si no conseguimos derrotarlo, tendremos más oportunidades pero nuestro combustible seguirá reduciéndose sin posibilidad de rellenarse.

Conseguido nuestro objetivo, empezaremos de nuevo todo mas dificil que lo visto anteriormente, dónde nuestro mayor desafío será superar nuestra puntuación.

En éste enlace tenéis la descarga gratuita del juego para CPC obra de PuzCPC

El gameplay como el análisis corresponde a nuestro habitual colaborador Carlos Pérez, y podeís encontrar su partida y comentarios aquí.