Celeste. Día 3, el «Celestial Resort»

Un nuevo día amanece, todavía queda mucho camino hasta la cima. No me quito de la cabeza el extraño sueño con la persecución de mi parte malvada. Ante mí hay un gran edificio que parece un hotel de lujo, parece bastante abandonado y la puerta está cerrada; aunque hay una llave cerca que igual puede ser la necesaria.

Un hotel con encanto

La recepción da la misma sensación de abandono y olvidad que el exterior; pero desde los conductos de aire se puede ver vapor, alguien debe andar por aquí, voy a porbar suerte llamando con la campanita del mostrador.

Mr. Oshiro sale de la nada, dice ser el conserje de este establecimiento. Y a pesar de flotar en el aire, niega ser un fantasma. Se empeña en que me quede una temporada en sus lujosas dependencias pero mi interés es seguir escalando la montaña. Voy a seguirle a pesar de que la abundante suciedad reinante me impida avanzar libremente. Algunas plataformas incluso empiezan a ceder con mi peso.

Un laberinto de habitaciones

Menudo desorden, el Señor Oshiro tiene el hotel hecho un desastre

La verdad es que este hotel es inmenso, pronto me pierdo en mi intento de seguir a Mr. Oshiro, además me topo con puertas cerradas; por suerte veo que han dejado llaves cerca. La vista desde la terraza es asombrosa, pero se cuela el frío por los numerosos agujeros de la pared. Una fresa me ayuda para reponer fuerzas.

Yuck! algunas paredes y suelos tienen una sustancia asquerosa, al tocarla empieza a crecer más suciedad letal. Oh! por ahí está Oshiro, a ver esa suite tan cómoda que me ha prometido.

Se me ha vuelto a escapar, más puertas cerradas, estoy perdiendo mucho tiempo aquí. Al fin le encuentro, está ¿sobre un puente de libros? Menudo desorden reina aquí, voy a ayudarle un poco a arreglar este desaguisado.

La oficina de Mr. Oshiro

En mi devenir para ordenar libros, toallas y cajas he dado con Theo, también está atrapado en este hotel. No se fía de Mr. Oshiro y va a intentar escapar por los conductos de ventilación. En la parte de arriba parece que hay un camino secreto, me lleva hasta otro de esos corazones de cristal.

Por si le faltara más problemas a este lugar, también parece tener un importante escape de agua en la zona inferior. Encuentro una nota del propio Oshiro que informa del inminente cierre del Resort, a pesar de que él mismo me confirma una y otra vez que el hotel está en pleno funcionamiento. En su oficina hay un ordenador encendido, se ve que pasa sus horas muertas jugando a los videojuegos, el que tiene cargado me recuerda a algo … no sé.

La cuenta, por favor

SI encontramos la oficina del gerente, podremos jugar a la versión original de Celeste en Pico 8

A medida que el dueño insiste más en que vea la suite presidencial, más extraño se le ve. Está empezando a perder los papeles. En su diario, cuyo última entrada es de hace bastante años, certifica el cierre del hotel mientras los trabajadores organizan una última actividad para subir la montaña.

La suite es todo lo que vaticinaba su dueño, espaciosa, lujosa y ¡oh! con un gran espejo. La parte oscura de mí vuelve hacer acto y es bastante grosera con Mr. Oshiro. Le deja totalmente abatido y sin ganas de más compañía. Por el techo encontramos una salida al exterior, creo que es el momento de irme.

Badeline no tenía que haber sido tan cruel ¿o he sido yo misma? Oshiro sufre una terrorífica transformación y me persigue en mi huida. Al poco me doy cuenta que un rayo avisa de cuándo se va a abalanzar sobre mí. A pesar de ir sorteando todos los obstáculo e ir lo más rápido posible, me acorrala al final de una repisa. Su locura no parece tener fin, vamos a caer.

… La caída no ha sido tan importante como esperaba, el señor Oshiro parece volver a su anterior forma, está avergonzado de su comportamiento y se va a centrar en arreglar el hotel, parece que ya empieza entrar en razón.

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