Celeste. Día 5, El Templo del Espejo

Todavía estoy temblando de lo ocurrido en el teleférico y lo que hay más adelante no parece tranquilizador. Es un lugar oscuro y extraño, pero es imposible parar la curiosidad de Theo y sus ganas de contentar a sus fans. Se adelanta sin que me dé tiempo a alcanzarle.

Al entrar en la gran sala, existen unos bloques que se mueven cada vez que uso mi ‘dash’, busco a mi compañero pero sólo encuentro su teléfono delante de un espejo, espero que simplemente se le haya caído por accidente.

Las burbujas rojas

Para llegar a zonas inaccesibles ahora dispongo de burbujas de color rojo, una vez me introduzco en ellas, me es posible desplazarme en una dirección hasta encontrar un obstáculo. Me sirven para activar ciertos interruptores que me abren nuevos caminos. Durante ese viaje extraño, me es posible salir de la burbuja al saltar, por si me interesa quedarme a medio camino.

Algunas salas están muy oscuras, por suerte al tocar una especie de candelabros, se iluminan alumbrando la zona. Hay que tener cuidado de no tocar una especie de cristales rojos que abundan en paredes y bloques, son bastante dolorosos.

Al otro lado

Encuentro a Theo pero está al otro lado del espejo

En mi exploración por tan siniestro lugar encuentro una llave que seguro que me servirá para más adelante. Efectivamente, tras adentrarme en un pasillo oscuro y usar la llave encuentro a Theo, pero ¿¡está al otro lado de un espejo!? y además parece que algo o alguien le persigue. Tengo que encontrar el modo de llegar a donde esté.

Esta nueva zona es aún más aterradora, no hay casi luz a no ser que active esos candelabros (cuando están presentes), los peligros aparecen por sorpresa sin casi tiempo de reacción; pero no me desanimaré, tengo que ayudar a Theo.

He visitado ya innumerables habitaciones, este lugar parece gigantesco, cada vez más oscuro. La decoración es muy extraña, e incluso hay algunas esculturas de seres monstruosos.

El Dios del Templo

EN este templo habita una extraña criatura que me persigue

En una sala enorme hay una especie de altar presidido por una majestuosa estatua; debe ser el ser al que rendían culto aquí, una especie de ojo flotante rodeado de amenazadores tentáculos. Paredes y resto de decoración hacen referencia a él.

Encuentro una llave cerca de una puerta cerrada, pero si hago uso de un pasadizo secreto y guardo la llave para más adelante, podré conseguir un nuevo corazón de cristal. Un enorme espejo roto está tapado por una tela, tras quitarla algo ha sucedido, temo haber despertado algo …

Oh no! ahí está de nuevo la parte malvada de mí ¿y dónde estoy? ¿es ésta la parte malvada que hay en mi interior? No sé cómo he llegado hasta aquí, pero no tengo tiempo para pensar. Una versión menor de la deidad reinante de este templo me persigue sin cesar; debo avanzar hasta encontrar un lugar seguro. Por suerte, yo voy más rápido e incluso puedo engañarla para que me sirva de impulso o abra nuevos caminos.

Reencuentro con Theo

¡Theo está atrapado en el interior de un cristal gigante!

Usando dos nuevas llaves logro desbloquear el camino para que una esas burbujas rojas atraviese varias estancias y me pueda reencontrar por fin con Theo, pero está dentro de un cristal. No puede salir y no podemos romperlo. Por ahora no se nos ocurre mejor solución que transportarlo mientras buscamos la salida.

No es una tarea sencilla, mientras llevo a Theo apenas puedo saltar, y ese monstruo no parece darse por vencido. Nos sigue persiguiendo sin descanso, los mecanismos para lograr abrir las puertas se vuelven cada vez más complicados. Un último esfuerzo y podremos salir de este maldito templo …

 

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