¡Que vienen los rusos!

Cuando el año ya parecía cerrado, desde Rusia nos llegan noticias de una competición con 19 juegos presentados: la Yandex Retro Games Battle. Los juegos que acompañan esta edición son de bastante diferente perfil; tenemos juegos de acción, videoaventuras, deportivos simulación sin olvidar los de plataformas o de tipo ‘puzzle’. También difieren las herramientas usadas, siendo mayoritariamente motores propios para exprimir al máximo las bondades del limitado spectrum, nos encontramos también juegos que han hecho uso del AGD, Churrera, BASIC o Nirvana. Mucha variedad para todos los gustos.

Zosya Entertainment

Uno de los grupos que más destacan entre los juegos a concurso es Zosya Entertainment, presentan hasta 3 juegos que destacan a simple vista, sobre todo por su apartado gráfico. Junto a un juego de motos (Just a Gal) y un simulador de derrapes con una impactante intro (Drift) tenemos a Valley of Rains, una onírica historia sobre la hija de la flor más bonita y el ser más poderoso de la Tierra. Llevaremos a este bendecido personaje en su afán de recuperar la vida en su hogar, el valle de las lluvias.

La hija de Water Lily y Ant al rescate

Tenemos la misión de salvar el Valle

El juego es un prodigio técnico que nos va a recordar instantáneamente a Savage (Probe Software, 1998). Al igual que la obra de David Perry y Nick Bruty manejamos a un gran personaje que se mueve con fluidez por la pantalla y, al usar sprites tan grandes el color entra en juego con numerosas tonalidades; esquivando el color clash al hacer uso de un contorno negro para completar el bloque de atributos. Al principio puede costar un poco llegar a entender lo que ocurre con tantas explosiones y escenarios policromáticos, pero el juego tampoco es muy exigente. No es necesario evitar el contacto enemigo a toda costa; son numerosas las ayudas que obtendremos al ir deshaciéndonos de los rivales, como distintos tipos de arma, aumentar el tiempo para completar el nivel, invencibilidad o escudo, y lo más necesario: energía, que también se puede rellenar (en menor medida) recogiendo las pequeñas plantas que hay repartidas por el escenario.

¿Una estatua de nosotros? ¿Una pista?

El planteamiento del juego es algo largo, nos va a llevar aproximadamente media hora terminar las 8 fases y por desgracia no hay auto disparo, por lo que podemos acabar bastante cansados de estar continuamente oprimiendo el botón de disparo, pues poca tregua nos van a dar. La idea inicial de «run and gun» por suerte tiene algunas variantes para no hacer monótona la experiencia, aunque quizás estos añadidos son algo limitados. En algún momento del juego tendremos algunas pequeñas partes de plataformas, puzzles o laberintos, que incorporan algo de frescura al juego; pero parecen quedarse algo escasos para romper la rutina de correr y disparar.

Si tenemos buenos reflejos rápidamente encontraremos la manera de parar nuestra carrera para eliminar a los enemigos más habituales por aire y por tierra, perdiendo poca energía que luego recuperaremos con flores o corazones. Además a los 1000 puntos recibiremos una vida extra que incorporar a las que nos brindan al principio. Los jefes finales no suponen un gran desafío y es más recomendable centrarse en el ataque que intentar evitar todos sus disparos, pues tras derrotarlos nos recompensarán completándonos la energía al máximo.